El registro también analiza semillas traídas de Europa, es decir, aquellas que eran desconocidas y fueron traídas por los españoles durante su llegada al territorio, especies que con el tiempo se adaptaron a nuestras condiciones y perduran hasta hoy.
La revelación de esta investigación se da en el marco del Día Mundial de la Semilla (26 de abril), iniciativa realizada bajo el apoyo de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional o “Red SIPAN”.
El principal objetivo de esta publicación, detallan desde el organismo, es promover los procesos de reconocimiento, revalorización y conservación del patrimonio cultural, productivo, alimentario y fitogenético del pueblo mapuche, que desde hace décadas se encuentra en procesos de reemplazo y pérdida. Especialmente, en el caso de la semilla tradicional y su conocimiento asociado, que enfrentan procesos erosivos de gran impacto para la soberanía alimentaria, cuando en un contexto de crisis climática debiesen ser, al contrario, más protegidos, promovidos y valorizados, recalcan en el organismo.
Entre los ejemplos más conocidos del uso de productos agrícolas del pueblo mapuche están la recolección del piñón de la araucaria y el maqui. También se pueden contar otros como la murtilla, avellana, copihue, frutilla silvestre, voqui, gargal, michai, entre otros. Estas semillas servían para la agricultura, alimento y en muchos casos con fines medicinales.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Inia), organismo vinculado al Ministerio de Agricultura, también trabaja en este campo. Una de sus publicaciones, llamada Tukukawe. Cultivando con una mirada Labkence analiza el uso de variedades agrícolas y ancestrales del pueblo mapuche, mediante el rescate de antiguas tradiciones y saberes, así como de su conservación sostenible, todo ello mediante una acción colaborativa entre comunidades e investigadores.
Describe el significado que la huerta tiene para las comunidades mapuche y la historia detrás de ello, así como su relevancia para la cultura, agrobiodiversidad, soberanía alimentaria y desarrollo propiamente tal.
Uno de los capítulos de la publicación hace directa referencia a las semillas y su importancia. “El pueblo mapuche tiene una importante vinculación con su mundo natural. Este último es fuente de alimentos y medicinas, así como otros productos para uso en utilería y construcción. Hay una dependencia mutua que el mapuche reconoce y considera importante. Algunos ejemplos más conocidos del reconocimiento y uso de los productos de la tierra por parte del mapuche son la recolección del piñón de la araucaria y el maqui”, establece.
“Hoy en día hay mayor interés en que la producción de alimentos no tenga efectos nocivos en el medioambiente. Así mismo, también existe una mayor conciencia de lo que comemos y los efectos que eso tiene en nuestro organismo”, añade.
La importancia de la semilla radica en ser el reservorio de información genética, detalla el documento, y agrega que donde se encuentra de alguna forma grabada una historia pasada, un conocimiento del cual se ha aprendido. Esta información genética rige el comportamiento que posee dicho organismo en un determinado ambiente al cual se ha adaptado luego de muchos años. Esto ocurre de forma natural y es la base de la evolución de las especies. Sin embargo, cambios de este tipo también pueden ser modelados por la mano del ser humano. Todos estos cambios que se suscitan en los organismos vivos pueden ser conservados, en el caso de las plantas, a través de sus semillas. Es así como podemos decir que la semilla es una manera muy apropiada para conservar la información genética de un cultivo.
fuente https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/estudio-revela-uno-de-los-milenarios-secretos-del-pueblo-mapuche/KC2CT4TGIFHL5MIKUUNU5MUYVY/