Más de 60 días controlando el acceso con una barrera sanitaria a caballo se encuentran comunidades mapuches del sector de Coñaripe, con el fin de evitar que personas se trasladen a sus segundas viviendas propagando el contagio del Covid-19.
Orlando Colipan, Werkén del Lof Pilinhue Hueninca, señaló que han debido, de manera autónoma, realizar estos turnos para proteger a sus familias. “Nosotros hemos hecho volver a muchos vehículos que han llegado de veraneo a este territorio, principalmente del barrio alto de Santiago, donde está la cuarentena. Si no hubiésemos colocado esta barrera, lo más probable es que alguno de nosotros podría haberse infectado”, afirma.
Además, agrega que “estos particulares que tienen sus segundas y hasta terceras viviendas acá en la rivera del Lago Calafquén, vienen a la zona a hacer una vida normal. Ahí es donde las comunidades hemos reaccionado para proteger a nuestras familias, a la gente mayor, a los niños”.
“La mayoría ha entendido, pero otros prepotentes de familias adineradas que imponen su fuerza económica, se sienten libre de hacer lo que quieran. Pero ahí la fuerza de la comunidad no ha dejado que pasen”, declara Colipán.
En primera instancia, este sistema lo gestaron de manera independiente, pero considerando el tiempo que ha pasado el 21 de mayo decidieron solicitar ayuda a Carabineros y al Ejército, la cual tuvo una buena acogida, generando otros puntos de apoyo con patrullas policiales.
El representante mapuche manifiesta que han sido días complejos, pero que ha valido la pena para el resguardo de su gente. “Hemos hecho un trabajo que es sacrificado, con lluvia, frío, día y noche, pero que ha dado resultados, porque no tenemos ningún infectado”.